miércoles, 3 de marzo de 2010

Mantel sin estrellas


[ El poder de sacar el mantel de la mesa, y que no caigan migas ]

Claro que se la acusa de llevar una cara muy blanca, de labios oscuros, y ojos normales; claro, también, que todo su pelo no hace mas que barrer sus hombros de polvo lunar; y por que no decir que su voz de melodía jingle de comercial, sólo repite frases cordiales y de televisión, pero con una frescura de gaseosa sin azúcar, con una nariz graciosa por donde se la mire, con la postura de muñeca para mesa de luz.
Ofelia tiene un cajón repleto de medias blancas, iguales, de algodón que no pica. Muchos tarros de azúcar invaden su cocina, que no cocina, sólo exhibe, y un comedor bastante grande con una mesa redonda en el medio. Digan lo que digan "las gentes", Ofelia siempre puso mantel en la mesa cuando extraños comían olvidando modales y buenas costumbres, cuando parecían enjuvenecer hasta la edad de piedra, siempre hubo mantel sobre la mesa... digan lo que digan. Si los cubiertos hablaran no dirían mas que la verdad: la mesa siempre estuvo enmantelada. Con esto no se quiere justificar todo aquello que Ofelia nunca tubo, pero si alguna vez tubo algo (esa actitud dulce y fantástica de cubrir la madera en donde se devora) por qué no hacerlo saber. Cuando miles de cuerpos que no pertenecían al cuerpo de Ofelia, rodeaban la mesa con piedad de asaltante de bancos y abuelitas, ella ya había puesto los platos -todos desiguales, sin razón-, los cubiertos sordomudos, y los vasos crueles matadores. El pan de cada día, hacía los días mas largos, mas como la sonrisa de Ofelia si fuese sonrisa; el pan de cada día daba la sensación de ser una criatura prematura en manos de bestias sin domar, con todo aquello que aprenden los hombres para no creer, y no amar. Ofelia no cantaba, no tragaba lluvia, no escupía el corazón de vez en cuando, pero cuando todos ya satisfechos de bebés blanditos se retiraban a sus territorios, ella quitaba el mantel con manos mágicas, expertas, estrellas en el arte de desnudar, y en el suelo no caía ninguna caspa, ninguna sobra, ningún perdón. Siendo éste el acto mas parecido a crear con cuerpo de placer, todos los ángeles huían de 0felia que imitaba una mirada violentada, casi calco de un gato sin botas arriba del techo escuchando a la luna, casi igual a la vida haciendo dormir a la muerte en sus brazos.

1 comentario:

  1. el coleccionista frenetico, que obse, como la otra, la de los ojos que funcionan como signos de exclamacion... de frases inconclusas y rubores en los labios, deja, deja atras las cosquillas de las mejillas...
    encontraste la magia de llevar lo que esta cerca, mas lejos de lo que pensaste que podias soñar?... sabes que si no, somos inutiles...quisiera mirar por los ojos de otro, para no sentir la culpa, nunca mas la culpa, nunca mas...


    j

    ResponderEliminar

#MIRACÓMONOSPONEMOS

Mirá cómo nos ponemos me pongo la voz entera no dejo que quiebren mi testimonio Me pongo las uñas y los dientes me pongo el dolor que tr...