sábado, 26 de diciembre de 2009

La magia del mago

La magia del mago no derrumba paredes, ni ojos. La magia del mago es el insecto perfecto para un proyecto escolar.
Mira la tumba del mago florecer, mira la desesperación de los gusanos correr a nuevas tierras.
Ves todo ese tumulto de cuerpos pegajosos, verdes, vibrantes? los ves? ellos le piden al cielo un truco, sin importar los efectos, un truco. Pero no saben, no saben qué: cuántos qué contiene la palabra qué.
No era sencillo ser él, ir caminando y que los conejos blancos te claven los dientes en los pies; mover los dedos, sin querer, para terminar haciendo la posición 5: lluvia amarilla cayendo de los techos, pintándole en la cara un descuido feliz.
El mago no podía hacer reír ni a chicos, ni a mujeres de seda. Sin embargo, las palomas colegialas morían por meterse en sus bolsillos, y sacarle todos los caramelos, aunque fuera un extraño, aunque en su casa dijeran que no, mil veces NO. Amaban, tajos y tajos de sonrisas en sus caras, amaban cerrar el pico en sus casitas, y abrir sus alas con él: lo buscaban dormidas, olvidando el beso paterno en la frente, para tocarlo mas que con una mano: con un cuerpo entero. Luego, sus bocas estrelladas en la almohada, se derretían de saliva bendita, como cascadas salvajes sin intervención alguna.
El mago las invitaba a sentarse frente al escenario: piernas cruzadas, ojos maquillados sin pudor. Tres chasquidos de dedos enguantados, y una mariposa salía de su oreja, no sin antes crecer de su nariz una plantita que le facilitara la pose perfecta para una foto. Cinco chasquidos, una patada a la pared, y la luna se agitaba en sangre, era el dolor mas rojo en el cielo: y bocas abiertas, espasmos de palomas blancas, cabecitas de plumas revoltosas. Aplausos.
Entonces, el mago se saca la capa para echarse en un colchón duro, mirando un techo sin mentiras, mientras lo picotean en la cara como a un muerto.
La tierra vuelve a crecer, a taparlo todo, y los exiliados aparecen de nuevo a humedecerle los pies, a sacarle las uñas, a quitarle la lengua que nunca revelará el truco, aunque la magia se revuelque con alas mientras el mago, en tierra, no entierra mas que su cuerpo sin don.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Un solo Mario

No te rías así, de verdad te digo que necesito me cuentes cuántas nubes hay ahora en tu cielo: 2, 5? contame cómo son, qué formas abrazan a ese cielo que imagino azul menos tres. Si sopla el viento fuerte en este momento, o solo te besa las mejillas hasta enloquecer tu sangre.
Yo estoy muy lejos, lo sabes. La distancia es igual a un cuerpo vacío frente al mundo abierto; la distancia son como estas palabras.
Describime ese lugar que ahora te alberga mejor de lo que lo hicieron mis brazos, mis ramitas de corazón sin raíces. Qué cara pusiste cuando pasó la hormiga feliz, más feliz que tu risa por mi recuerdo. Ese lugar me importa mas que una foto tuya recordándome la muerte de los sucesos; quiero a ese lugar tanto como a tu boca, solo a tu boca, sola, indefensa en mi bestial vida. Así que no prolongues mas este pedido. Bajo qué cielo estas ahora? cuántos colores tiene la eternidad que nos corta los pies?... ¿las calles duelen tanto como mis rodillas frente a vos, que no estas... y estás.? Estás como una gran nube ocupando todo este cuarto. Pero entonces no estás, y esa forma etérea intenta entretenerme un rato, mientras me engaña en su fiel simulacro.
Cayó alguna hoja a tus pies?. De mi ventana puedo a ver a todos los árboles perder, perder mas que yo. Y me pongo contento, imagino que también a vos te está cayendo mi perdición, y a vos nada te mueve, ni un milagro llorando frente a una mesa.
No quiero saber cuántos cafés probaron tu boca esta tarde, cuánto asombro invadió a tus ojos por esos lugares... si, conoces de mi egoísmo de pez en la pecera; no quiero saber del océano. Contame cuántas burbujas estas haciendo ahora con tu respiración.
Te juro que abro la puerta y me meto de lleno en tu espacio... pero vos no querés llenarte, y es ese vacío el que te adoro. Ese hueco que me recuerda tanto a un lugar parecido a éste, donde te busco y te encuentro, y no estás. y.
Fin de esta ceremonia de deseo sin victoria. Acabo de no verte y eso me entusiasma, por que entonces me estás dibujando eso que quería: un alrededor que te abraza, y tu cara besándome solo a mi. A mi, solo.

#MIRACÓMONOSPONEMOS

Mirá cómo nos ponemos me pongo la voz entera no dejo que quiebren mi testimonio Me pongo las uñas y los dientes me pongo el dolor que tr...