domingo, 30 de septiembre de 2012

Estanque

  Su corazón-cangrejo busca un océano corto, pequeño, ínfimo, donde descansar. Le han dicho muchas veces que tantos sobresaltos de inmensidad, le han dañado el agujero mágico por donde pasan las sorpresas; y es que cuando se acumulan demasiadas sorpresas, se pasa de la alegría al llanto, y del llanto a la histeria.
  Por tanto tener la boca abierta, el estómago se le ha llenado de partículas diminutas, que nadie avisó duplicarían su tamaño al ser remojadas en  ácidos estomacales. Y la extraña sensación de que algo nuevo iba a ocurrir se le afinó tanto, que podía predecir hasta el amor de dos parientes lejanos que ahora vivirían en Camboya.
 Pese a todo ésto, él era capaz de conmoverse con lo más bello de lo predecible. Lo rutinario le recordaba el significado de  la belleza, es decir aquello que esquiva la erosión. Cuando observaba al perro con su cola, no podía dejar de llorar y aplaudir; y cuando el té se acomodaba en su única taza de vidrio, le ocurrían convulsiones fantásticas en el cuerpo, comparables a las que tenía su hermana con Pedro, Silvio y Juan.
  Menos durante el sueño, vivía en la pregunta constante del devenir. Ya que en los sueños había manipulado cada parte de sí para soñar siempre con lo mismo: un agua que no corre, estancada y cristalina.
  


jueves, 6 de septiembre de 2012

Mosquitos Blancos

   La función de los aplausos comenzaba a las cinco en punto, justo cuando las señoritas derraman sus té en las carteras gamuzadas y agujereadas por las polillas.
   Los mosquitos se preparan para el evento con una enorme sonrisa: lavan sus alas con jabones perfumados a violetas y se ponen dientes nuevos, de perlas húmedas.
  Cuando los mosquitos están sentados en sus asientos, tratan de imaginarse una isla perfecta en el centro del planeta, que desconoce palabras humanas como gobierno, o mesa.
  La música suena carnal y huesuda, y los aplausos empiezan a formarse con los dedos, para cerrarse con las palmas boa-estrella.
  Los cadáveres de mosquitos caen como nieve fría en un piso azul hermoso, que luego será barrido para sacar las penas de los pies de las hormigas, que se ponen tristes cada vez que nieva.

#MIRACÓMONOSPONEMOS

Mirá cómo nos ponemos me pongo la voz entera no dejo que quiebren mi testimonio Me pongo las uñas y los dientes me pongo el dolor que tr...