viernes, 27 de diciembre de 2013

Onírico 1

[Un Dios te encerró en el Templo, y nunca más pudiste salir con el mismo cuerpo]

Para conocer tu forma de radiante bestia
y sentirme espuma de tu boca azul
Debo cruzar la línea que me atraviesa de fondo
y completarme a lágrima
y ardor.
No jurar jamás por los recién nacidos,
benditos, culpables, vacíos
y arrodillarme sucia frente al Dioserror.
Temblar,
roer,
amar,
cantar en la entrada del pueblo
y desangrar mi garganta
hasta evaporar.

domingo, 1 de diciembre de 2013

De otras guerras


La eterna desesperación del gritón enmudecido, la fastidiosa prueba del sobreviviente.
María recibió el temido llamado, no habían pasado sino cinco minutos de la hora acordada y del día dispuesto. El aire también rajó su vientre frente a los insistentes alaridos del teléfono. Toda la atmósfera perecía estar invadida del sonido inescrupuloso, asaltante, sangriento.
No quería atender el llamado, alargó la espera aunque el cuchillazo en su estómago la dejara sin aire. Tenía la esperanza del cansancio, de la mujer que puede desaparecer incluso aunque alguien la nombre, la invoque. 
Verdaderamente, no quería atender el llamado. Decir las crueles palabras de bienvenida al diálogo, iniciar el ritual de la invanción por palabras. Sentía que una parte de sí misma desaparecería en el organismo del otro, y peor aún, que una parte del otro se metería en su cuerpo contagiándola de minúsculas, pero poderosas, guerras internas.
Ya no podía eludir los gritos del teléfono, vaciarse de pautas sociales conllevaría el abandono de otras que no estaba dispuesta abandonar. 
Atiende el llamado: se prepara para la danza del guerrero amaestrado.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Bestia


Tengo la piel de un felino, soy la mujer del blando destino
ahora mismo tu ausencia colapsa en estrellas sobre mi cuerpo,
que en realidad no es mío, sino de todo el mundo.
Más joven que hoy, hubiese sido tan vieja
y aún así no alcanzan las décadas para engañar al tiempo
¡Maldito cuerpo que todo lo muestra!
se llenó del mal de la verdad y ahora cría hijos de mentira en su útero.


Soy la mujer de las resistencias livianas,
¡vamos a ver como florecen los peces de colores en el jardín!
todas tus jaulas son preciosos diamantes para mis manos
quiero lucirlos como una fiera incompleta.
soy de todas ellas la del nombre más inútil, y de todos ellos la castrada.
Soy la mujer del zoológico vegetal.


Me entrego a esta súplica dócil como la ciudad,
esperando a que me abras hasta el campo,
y la sangre,
y el aire.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Resurrección



Él aún tiene miedo,
sobre su cara,
las caras de su cara,
el aglomerado de caras,
que se esconden bajo la Gran Cara,
la más cara de todas.


Él no podrá soltarse nunca,
de la mano que une a su mano
con otra mano
más  profunda que otra mano
que se agarra del humano hueso,
no podrá.



Él no olvidará las palabras
sabiamente construidas
para mentir, cortar, matar
y también amar.
No sabrá quitarse el lenguaje
impregnado en su cerebro pegajoso,
siempre tendrá miedo de hablar.



sábado, 18 de mayo de 2013

Marta a los 11

Marta era la única en su clase capaz de abrir un frasco de mermelada, sin que las manos se le doblaran como medias recién salidas del sol. Y el Sol, estaba en todas partes de la sonrisa de Marta, cuando sus compañeras boquiabiertas no podían entender la fuerza que salía de sus puños blandos.
Muchos dicen que fue así como conquistó a Juan: después de abrir todos los frascos del mercado y sonreír liviana como un pájaro, los ojos de Juan se le llenaron de una luz intensa, dejando ver lo que tenía detrás de las pupilas: mucho polvo, mucho.
Marta tenía las rodillas rosadas por aquel entonces, todas las polleras le hacían cosquillas y le comían la piel nutriéndose de sus células mágicas. Todo era perfecto en ese tiempo, ella abría hasta lo más sellado por el hombre adulto, ella reía como heroína de su propio cuento mental. Todo era Sol come lunas, no existía oscuridad sin brillo de luciérnagas. Todo era Juan y su cabello chocolatoso, mirándola a ella y sólo a ella.
*
Un día en que los pajaritos prefirieron meterse en sus jaulas y comer perdiz, la maestra presentó a un nuevo compañero de  clase: "Todos saluden a Mario" decía contenta, y todos saludaron (contentos), menos Marta, que sintió como los continentes de su cuerpo comenzaban a separarse y helarse. Y desde entonces nunca jamás pudo abrir un sólo frasco, sin sentir que una parte de sí misma se descomponía en cenizas volcánicas, polvo al fin. 


jueves, 4 de abril de 2013

Flema

Todo el polvo que dejó tu nombre,
el conjunto de palabras que jamás parirán de tu garganta,
todo,
se fue muriendo en el estómago de los dioses
que proclamaron las llamas del comienzo revolucionario.
Y se fue muriendo tan despacio,
que los huesos clavan, todavía, mis costillas
¡No te rías! ¡Nunca más te rías!
Ni siquiera los gusanos disfrutaron de tu boca,
horrible, fría, droga dura,
migas blandas para los que tienen muchos dientes.


Tu perfume no quema, aunque actúes de muerto
careces de intensidad en los mejores momentos.
Pero el polvo,
el polvo ya se ha ido.
¿Podrás existir aún cuando nadie te piense,
te queme tanto,
te reconstruya tanto?
¿Sabrás aparecer en las ideas de la gente,
o besar la boca sacándote los labios?
 



viernes, 11 de enero de 2013

Música para callar

Para el amor de mis días y vidas


Se desliza la conciencia del ser humano en todo lo que queda de agujero vacío,
me siento un hueco frío y perfecto, de todos los demás tan llenos.
Vas a atravesarme con tu espada de diamante, y a dejar que sangren los huesos de delirio.
Vas a llamarme con las voces de otros tiempos, en los que el sonido era más alto que la piel de las montañas

No hay instante en que no entre, cómodamente, en las cajas del tiempo
Si cuando brilla tu garganta, siento que pertenezco al universo infinito
que la forma se deshace hasta un alma que contiene:
el cielo de tus ojos, las nubes de mis sombras.

Crezco como un monstruo que devora arquitectura,
me hago inmensa cuando me elevás con tu belleza,
derribás los aires que traigo de otras épocas,
y me dejas tan limpia que ya no encuentro mi nombre.

Creo que no pesan los moldes del pequeño hombre,
ni la ausencia atroz del consciente sentido.
Sangro más que el río violento:
y llevo tu orilla conmigo.




#MIRACÓMONOSPONEMOS

Mirá cómo nos ponemos me pongo la voz entera no dejo que quiebren mi testimonio Me pongo las uñas y los dientes me pongo el dolor que tr...