jueves, 1 de diciembre de 2011

Rompiente


El tiempo no pasa. Tan sólo son crujidos y huracanes suaves atravesando la piel, la misma piel que rompe el espacio entre el universo y las cosas...
Es mentira que la acumulación de los días, y los años, me hayan dejado este cuerpo, y esta voz. Es mentira.
Hoy despierto por primera vez, y me siento muerta, ahogada en la inmensa luz violeta que me pregunta, siempre pregunta.
No crecen palabras en este nido sucio y devastado, no crece nada bajo esta tierra que me lleva cada vez más hondo, cada vez más despierta.
Al final y al principio de mi misma, veo tu alma blanca, afuera, bien afuera de todo lo que se esconde. Rompiendo las respuestas una por una, como una ola gigante acabando con todo lo que crece para no ser.

viernes, 18 de noviembre de 2011

La Falta



Casi ya sin alma en el cuerpo, levantó sus pies del  suelo para ver cómo el mundo que se va dejando atrás, es solo otro mundo que se pisa sin admiración, ni latido.
Ella no puede aferrarse a nada. Ni siquiera usa zapatos por temor a que éstos procreen más pies y más zapatos en su descuido. Ella no puede adquirir nada. El miedo le ha creado un juego siniestro de repeticiones y sombras, de recuerdos que amontonados no sirven ni para un sueño feliz.

Disimula bien. Su cara es escenario de cualquier aplauso, sus ojos son los libros que come a diario. Los devora, los muerde; se atraganta de palabras gastadas, sucias, viejas.
No se levantó por el llamado aquel…ese que le gritaba que fuera a buscarlo. No.
Se levantó por que sabe que es una más, que el mundo no giraría igual de bien, sin ella.

Ella no lo quería. Odiaba su conciencia, su estúpida obsesión por salvar mujeres que no juegan. Mientras él le hablaba en el teléfono, ella no escuchaba, se obligaba a  que las palabras no se le pegasen al cuerpo. Ella no lo amaba, no podía amar. No entendía cómo el amor podía existir entre tanto, entre tantas cosas juntas.

El llamado desesperado se fue por la ventana. Se levanta, entonces, para observar:
El viento arrastrando polvo, que alguna vez fue cosa nueva.

No puede volver al piso, no puede volver a donde ha estado miles de veces.
No puede volver a ningún lugar que no sea fuera de si misma.

martes, 13 de septiembre de 2011

Juana y las Dudas



[Ser sin palabras la música del mundo,
Y mirar hacia atrás todo un delante por venir.]



No era fácil que Juana amara sus dudas, aunque éstas crecieran en el pasto como tréboles mal formados. Ella intentaba darles aire, aunque de eso dependiera su estómago de lluvias ácidas y volcanes impacientes.
De vez en cuando, en sus días interminables, mira cómo una duda se entrega al sol como ella nunca supo jamás. Y siente pena, por su vientre de sombras crujientes rezándole a una moral llena de fundamentos fundidos. Y siente furia, de no poder ser verde y espontánea, de no poder brillar acalorada en la tierra.
Sin embargo, tenía sus tardes de risas puentes hacia otras tardes inventadas, donde ella era pura hierba, y le gustaba verse sucia, entremezclándose con el barro.

Las dudas no dejaban de crecer en su jardín. Y Juana no tiene el coraje, ni el porqué, de arrancarlas una por una como hizo con sus ideas.
No le queda más remedio que servirles té y contarles de las personas que se pegan a su vida como escalofriantes espinas.
Después se duerme, tramando la religión perfecta de apocalipsis y resurrección.

martes, 2 de agosto de 2011

Verde




Boca en el pasto, genialidad inútil mientras un sol, El sol, nos despierta.
Boca en el pasto, y aún gira el planeta frente al planteo cucaracha flor sin patas.
Hoy no llueve adiós, en este inmenso jardín. Hoy la planta no es carnívora ni fatal,
Boca en el pasto, reventando el fin para soñar un poco más: verde, hojas verdes en la cara, revueltas en el pelo, entre las piernas, hojas verdes corriendo y escurriéndonos.
Sólo, quizás, abandonando el cuerpo podamos ver un poco el cielo.
Pero, tu carne…soy planta y soy animal de dientes feroces…
Tu carne abandono, por un cielo.
Cielo abierto de pájaros cristales
Cielo de pedacitos de pasto esponjoso
Cielo de bocas tuyas, cielo.

sábado, 25 de junio de 2011

Fiesta


Se cae la bomba del tiempo en la cabeza de Juan,
y la lluvia colapsa en los ojos de toda la gente toda,
mañana no será otro día, no será
y Juan no podrá vestirse, ni lavarse los dientes sin morir.

María es el nombre de todas las mujeres,
sangrientas, reventadas, abiertas,
que dulces derraman su escupitajo más acertado en la frente de cada uno.

Merecemos no encontrar nuestro nombre en el espejo,
Y repetir hasta el cansancio la escena de dormir.

¡María y Juan, váyanse de esta ciudad!
de este pueblo sin alma, de estas calles sin perdón,
abandonen al mundo...

¡Queremos la fiesta de los ojos sonrientes,
abiertos a carcajadas.
Queremos la fiesta de los que sobrevivimos ante la vida,
y aún amamos a la muerte
no de los días,
no de las noches,
ni de las fiestas,
amamos a la muerte de las muertes,
y celebramos frente al muro, una flor!

viernes, 10 de junio de 2011

IN-MUNDO


[Ropas de ayer tiradas en el viento, de un frío inmortal, capaz de despertarte de lo inmóvil.]

El día en su camisa no termina, y el sol chorrea en su cara, su cara de miles de babas besando al sol, al padre sol, a la madre sol. Quisiera pasar la vida tratando de despertarlo… sin gritos, sin luz. Y que todas sus manos caigan antes mi, o ante el mundo, de dos plazas, corral del amor y la inhumanidad.
Pero el día no termina, y quizás sea mas fácil decir antes que romperse el cuerpo tratando de comprender, de ver, de hacernos.
Su pantalón estira la vida, su vida, de subidas interminables a la Gran Baba del pueblo hermoso, sin monedas, sin calles, llenas de campo soleado y con lluvias a la vez, de una buena vez y para siempre. El día termina en un campo submarino, extra-terrestre, amarillo, dejándonos ser, lo que vinimos a ser.
Si. Si todo este rancho fuese una canción, te despertarías todos los días a besar al mundo y al mundano, entregado a la inocencia de un sonido inquebrantable y poderoso.

lunes, 18 de abril de 2011

Vieja




Me haces vieja,
Radiante,
Con la piel escarchada de azúcar,
Arrugas y orugas de vuelta mariposas.
Mis dientes son perlas,
Que se caen de un tirón,
Al igual que mis ropas.

Vieja, de bastón de oro por las calles enfermas,
De gripe, de bacterias submarinas que nos lamen la ilusión.

Vieja, de ojos fascinados,
Y pelo postizo,
De boca de pez,
Sirena de años miles, miles de años.

Me hago vieja en este pueblo sordo y gritón.
Vieja en el país del bebé pervertido
Que se pasea en trajes que le quedan grandes,
Manoseando el dinero,
Llevándose el mundo a la boca.

Me haces vieja, anciana,
Mirando la ventana y el tiempo,
Bebiendo la es puma de un café con leche,
Anciana, única sobreviviente de nuestra generación.

Me hago vieja al lado tuyo,
Regenerándonos, el uno al otro,
Haciéndonos crecer pasto verde brillante, bajo nuestros pies,
Arrugados, hermosos,
Creciendo viejos en un campo, en la ciudad, sin ciudad.

domingo, 13 de febrero de 2011

Nido de paja



      Revisó la idea de cambiar de cama por segunda vez. El colchón sucio y gastado pudriendo las maderas de las cuatro patas, carcomiendo los huesos y la carne, saboreando el desgaste de una cama de 1 plaza y media.

       Sonrió al pensar en sus sueños chorreando las sábanas, y la malicia le acarició los brazos cuando supo que tendría que tirarlo todo. Abandonar el acto y la teoría: un espacio que es escenario de otros escenarios. Un cuadrado que es el círculo de un triángulo. Y abandonar; con la conciencia de un pájaro sin instinto, crear un nido para luego liberarlo de si mismo.
       Y pensó también, en los 4, 5 habitantes que había tenido su nido; de cuantos vomitaron fuego sobre el colchón sin sábanas, de los que habían besado su almohada para luego empujarlas a un vacío inmortal.
       Ahora tendría que matarla. Abrirla en pedacitos, vaciarla de sentido. Tendría que romperle el cuerpo, hasta su piel. Cambiar de cama como cambiar de mundo y nombre. Esconder las pruebas y limpiar la sangre; tirarla al río más discreto y estafador del planeta.
       Luego volvería alterada, temblando del poder que le confiere haber podido. Regresaría al piso que tuvo tantas sombras, a la incomodidad de los lujos culturales, a juntar paja por paja, de nuevo, todo el mundo, otra vez.

#MIRACÓMONOSPONEMOS

Mirá cómo nos ponemos me pongo la voz entera no dejo que quiebren mi testimonio Me pongo las uñas y los dientes me pongo el dolor que tr...