Le dije que no comprara peces, no duran mucho tiempo en las peceras. Se muere uno, y se mueren todos!. Después soy yo la que limpia los cuerpitos, la que tiene que sacarle los ojitos y besarle las bocas. Después soy yo la que... Soy yo, esa, la tonta que mira el agua con plantitas de plástico verde hipócrita, como todo lo que compra él.
Estaba por gritarle las mil y una noches, cuando ví que quedaba un último pez vivo. Y ya no podía decirle que todos se morían, y lo estúpida que me siento, y... enfin... mi argumento se desmoronó por culpa del pez, y su nadar tranquilo.
Estaba por agarrarlo y hacer de su existencia una mera ilusión óptica, estaba por tomarlo cuando el clavó sus ojos fijos en el pez. Entonces tenía que sonreirle y decirle gracias, besarle las manos con olor a vereda, y sentir todo el asfalto en mi pecho azul.
"-Y vos decías que no comprara ninguno, que se mueren y qué se yo....mirá! éste sí que sabe como vivir". Eso me decía, mientras con una mano derramaba comidita blanca, para que el pez vaya en su busca, más animal que hambriento; con su otra mano acariciaba mi cabeza, apretando un poco mas fuerte cada vez que el pez le sonreía; lo ponía loco ese agujerito negro en el que apenas cabían dientes.
Después de que comieran los dos: nieve blanca por un lado, arena roja por el otro, dormían levemente sin acordarse de su existencia siquiera. Yo tenía tiempo de agarrarlo dormido, de clavarle mi mano como se clava la palabra venganza dentro de un cuerpo: hundimiento violáceo de fuerzas salvajes, besos que mordisquean la piedad. Comprendí entonces que nada podía interceder en mi acto, era mio por el derecho que paga la mente después de encarcelarse a un deseo, comprendí que casi no habría sangre alguna, y que el pez tendría de comer para una semana... y satisfecho me abriría su boca, para tragarme entera como nadie supo jamás.
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ni le voy a echar la culpa al gancia, ni al sueño, sino al genio creador de mi amiga.. ojala esas ideas q tenes pasen por los capilares de nuestra simbiosis y me contagies al menos un poquito, un poquito... sin nada de envidia te felicito... me encanta el findo y la forma, el fondo de la pecera y la forma de los peces... si se muere uno se mueren todos...y la indignacion ante la ignorancia, el atrevimiento del otro, por alla, mas lejos de la superficie, donde se respira con problema...alimentate de nuestra tradicion que te hace muy bien...
ResponderEliminarte amo...
me levanto y aplaudo (y todos en mi casa se piensan que me volvi loca)
Jime
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEstá muy bien, muy bien. Creo que veo por donde viene la mano de tus influencias. Y los demás también...
ResponderEliminarpeces,seres extraordinarios,infantes y demorados.
ResponderEliminarsigilosos,invisibles,impúdicos.
aplauso compañera.abrazo compañera!!!