Mario no vá a saber qué decir. Sus palabras se convierten en tortugas cuando el tigre anda cerca.
No vá a saber peinarse como antes, -cuando era todo sol crayón amarillo-, ni disimular su caída frente a las polleras, ni el dolor punzante que le produce apretar una cuchara. Como si fuera poco, ellos le hacen la ronda verde brillante y paff! un ramo de erres le cae ensima a Mario, que no puede ni sonreír de tanto espasmo. No va a saber qué decir cuando suban las hermanas Ganas a revolcarse en sus oídos como finas bestias, y se peleen por besarle el tímpano, el caracol.
¿Y qué bocadientelengua es capáz de tragar todo el aire necesario, para decir, finalmente decir, un NO hermoso y brillante?. Las hermanas no van a entenderlo; Van a besarle hasta el beso del bolsillo, van hacerle espuma su sentido mas sentido y a volcanizar su inocencia.
Por que no sabe qué decir, y se sienta en su sombra cazando moscas para encontrar un pulso, que en el último instante, decida regalarle una palabra, una súplica, una necesidad.
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como mario el de las cinco horas? asi q pasen cinco años, mario y las palabras y las ganas... como mis ganas terribles de tener un pianocktail q no se si te conte lo q era o no, para no arruinarte el final de una promesa repetida... hoy me siento con un vacio q me gustaria dejar en el camino, sudandolo mientras corro... es el sueño, delirios de insomne los que me dan ganas de correr, contra todo pronostico, y probabilidades de lluvia... es la asociacion libre la q nos va a matar, xq al contrario del pobre Sísifo me siento mas absurda que el mundo, q los dioses y que la piedra tambien...MI Dios, soy mas absurda que el mundo!! y si nosotros somos absurdos? y si nosotros somos el mundo? yo soy mi mundo y el infierno de los otros. Mi dios! soy un infierno...! aunq este texto no tiene gusto ni a infusiones ni a fermentaciones ni a nicotina, a mi me parece q si, xq viene de una siame a la otra siame, cuando la extraña mucho...
ResponderEliminarJime
los deseos cotizados en pesos no se si tienen el mismo resultado que aquellos cotizados en doblones o espigones... tirar un espigon dentro de una fuente seria una tarea complicada, mas aun no imposible, porque nada es imposible, pero tampoco nada es para siempre... como no escribir, marguerite? como no hacer nacer de entre los dedos sílabas tan silvestres como las margaritas en el campo? como no beber, marguerite? como no entregarse a la embriaguez de la conciencia, de la no ciencia, del delirio de la psiquis y la palabra... poesía eres tu, es todo, soy yo, y otra vez al principio... porciones sobrantes de codigo aleatorio, el alma...que rasca desde adentro en los momentos mas inoportunas, porque aunq no sabemos si existe al menos si podemos decir que aparece en las ocasiones mas inesperadas... faltas de sospechas, son las sorpresas y el asombro... y si de todo me asombro ultimamente, es q me estoy volviendo confiada... me gustaria que una liebre me toque en la frente con un trebol de cuatro hojas que parece que funcionan mejor que los ansioliticos: segun la amiga silvina nos deja sí, dociles, pero tambien felices... el ingenuo (lease como se prefiera) es en realidad el envidiado... puede ver la representacion como realidad, y no tener la necesidad de correr
ResponderEliminarhay mi querida amiga de dos cabezas que piensan mejor que 3, o 5... Mi dios! soy el asombro!, soy la liebre que se escurre en el cielo limpio, y yo ensuciándolo todo. Más té Marguerite?, los ilusos, por que así se llaman, estan haciendo la revolución sin saberlo, mientras nosotras queremos revolucionar el todo, la nada, una palabra nomás; pero sabemos, y saber nos hace más absurdas que la propia Rosita, más absurdas que un maniquí llorando.
ResponderEliminarPero ahí adelante, adelante de las promesas y los mitos; de las cartas que se quedan volando en el cielo, de los rituales que se hacen para encontrarse a uno mismo entre mil yoes, adelante del destierro y el exilio, del suicidio presenciado, y páginas y páginas...adelante está el campo, el algodón del aire higienizándolo todo, cualquier herida. Se nos abre una llanura... un espacio para soltarlo todo, y nada.